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Autolesiones en adolescentes

Foto del escritor: Jessica Gómez, Psicóloga de Centro AmúnJessica Gómez, Psicóloga de Centro Amún

Por Jessica Gómez, Psicóloga Centro Amún


Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es una etapa compleja de la vida, la cual marca la transición de la infancia al estado adulto. Con ella, se producen cambios significativos en todos los niveles, lo que puede ocasionar confusión al momento de enfrentar tanto al mundo externo como interno, siendo un desafío para adolescentes y también para sus padres.

Uno de los problemas a los que se pueden ver enfrentados en esta etapa, son a las autolesiones, conocido también como síndrome de “cutting”.


Pero ¿qué es el Síndrome de cutting"?

La autolesión o síndrome de “cutting” es una práctica en la cual los adolescentes se generan algún daño físico de forma intencional, sin la intención de matarse.

Es una conducta autoagresiva que tiene como propósito el provocarse una o varias lesiones físicas sin intención suicida, a pesar de ser un importante factor de riesgo de la misma.

Esta práctica consiste en cortarse los brazos, antebrazos, abdomen, muslos y piernas con objetos filudos siendo su objetivo principal, el sentir dolor físico.


¿Por qué lo realizan?

El adolescente recurre a la autolesión como herramienta de gestión emocional, es decir, como un alivio emocional para liberarse de emociones intensas y dolorosas que no son capaces de tolerar



¿Cuáles son las señales de alarma?

  • Uso cotidiano (incluso en clima cálido) de polera de manga larga, pantalones, brazaletes o gran cantidad de pulseras para encubrir los cortes.

  • Llevar regularmente o tener en la habitación objetos punzocortantes.

  • Heridas inexplicables, cicatrices de cortes, contusiones o quemaduras.

  • Manchas de sangre en la ropa, toallas, algodones o papel higiénico.

  • Necesidad de estar a solas por largos periodos de tiempo.

  • Aislamiento e irritabilidad.

  • Introspección.

  • Tristeza.

  • Cambio de rutina.

  • Mal humor la mayoría del tiempo.

Al principio, son cortes muy pequeños, pero conforme pasa el tiempo lo hacen con más frecuencia, suelen ocultan sus heridas y se vuelven más retraídos, evidenciándose la dificultad para expresar sus sentimientos y con una actitud defensiva. Sin embargo, sienten culpa y vergüenza por este comportamiento.


¿Qué pasa en el cerebro de un adolescente que se autolesiona?

Cuando la persona se autoinflinge un daño, el cerebro se relaja porque deja de pensar en la preocupación o lo que le está estresando. Cuando sentimos dolor se bloquean los pensami

entos, el cerebro se centra en ese dolor y, por tanto, las preocupaciones desaparecen temporalmente, siendo un escape momentáneo de las dificultades emocionales a las que se enfrenta. Los jóvenes intentan mitigar el malestar emocional y para ello se autoprovocan dolor físico, lo cual les da una fugaz e ilusoria sensación de calma.


¿Cómo ayudarlos?

Solicitar ayuda profesional

La asistencia especializada es fundamental cuando los adolescentes recurren a las autolesiones. Es recomendable conversar para que busque y asista a un espacio psicoterapéutico con un profesional de la salud mental.



Escucha empática

Darse cuenta de que un hijo se lastima a sí mismo es frustrante, aparecen los cuestionamientos y la culpa, que como padres pueden, incluso, llevarnos a tener una reacción impulsiva y poco empática, sin embargo, esta actitud más que acercarnos, nos aleja de poder ayudarlos, por lo cual es importante ser cautelosos en la comunicación, logrando que se sientan escuchados y respetados respecto a lo que sienten y piensan, evitando hacer juicios inoportunos.


Ayuda a identificar los desencadenantes

Las autolesiones en los adolescentes esconden una dificultad en la regulación emocional, ya que ocurre algo en su vida que lo dificulta por completo, lo que en ocasiones puede ser identificado fácilmente, pero en otras puede ser más complejo. Por lo tanto, es necesario ayudarlo a reconocer las causas, mostrándose empático para ayudar al pensar alternativas más saludables.


Ser un ejemplo en mi propia regulación emocional

Como padres es importante trabajar en la propia regulación emocional de una forma sana y funcional, ya que los hijos observan y aprenden cómo resolver los problemas desde el ejemplo.


Las autolesiones son un problema complejo que no se resuelve de un momento a otro, suele generar mucha frustración por no saber cómo ayudar, sin embargo, como padre/ madre no tienes que resolverlo solo/a. Es necesario generar una red de apoyo que sea de confianza y buscar ayuda profesional, sin invadir la privacidad ni exponerlo frente a otras personas, por lo que es importante hablar con tu hijo/a ofreciéndole todo tu apoyo y amor incondicional y, lo más importante, recalcarle que tú estás para ayudarlo.



© Centro Amún


 
 
 

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